Eso hice, cogí el bolso y como estaba muy impaciente no pude ni esperar al ascensor, así que baje las escaleras muy rápido.
Mientras abría la puerta principal sonó mi móvil de nuevo.
"Que raro, tu haciendo deporte por la mañana, esto no es normal. Corre hasta la estación de metro y piensa en nuestro sitio favorito"
Vivimos en una de las calles que llevaban a la plaza de Chamberí, baje la calle y entre en el metro, cogí la linea dirección Sol.
En cuanto me monté en el metro, sonó mi móvil "que tal la mañana pequeña, dirección a Sol, me imagino, una vez allí, colócate en el kilómetro cero"
Parecía que iba a mi lado, sabía donde estaba en cada momento, en realidad Edgar era increíble.